Me sobra cansancio y me faltan las fuerzas,
Para romper cada día, las rutinas impuestas.
Me sobra toda la
pena y me falta la entereza.
No encuentro un fuste interno que me sostenga.
Me sobran malos recuerdos y me falta inadvertencia
para aguantar el camino, sin el sermón de la conciencia,
sin el soniquete constante, de las palabras molestas,
adornadas con petulancias, arrogancias e impertinencias.
Me sobra mucho trabajo y me falta una buena tregua.
Añoro dormir despacio y un despertar sin diligencia,
saborear un momento, soñar con las manos abiertas,
volver a cantar en alto, volver a bailar a tientas.
Me falta una trufa rosa en el mar…