domingo, 27 de diciembre de 2015

Navidades álgicas





Aguantando dolorimientos lumbares, como si de parir a estas alturas y fechas se tratara, me hallo en el sofá de mi anémona, aferrada al calorcito local como a la propia vida .  No sé qué postura adoptar para estar algo más confortable. Mi espalda no soporta la sedestación prolongada, menos aún el bipedismo y ni hablemos de la horizontal en la cama. Me entran ganas de contratar un equipo que deje mi casa sin gravedad, a ver si flotando soy capaz de encontrar el punto bueno a esta algia que me ahoga pero no mata.

El estómago también soporta lo suyo, entre comilonas, malos gestos y pastillas enlatadas anda dando gritos de vez en cuando. Ni los protectores ni los masajitos tienen la suficiente potencia de apaciguar su quebranto. De vez en cuando lo premio con dulces y exquisiteces que calman su penitencia.

Del alma mejor no hablamos, lo dejamos para otro día o, para otro año si acaso. La esperanza que me acompaña a todos lados, parece hoy más lejana que nunca. La comprensión lingüística me hace sentir que soy cada vez más extranjera y menos terrestre. No sé qué gesto adquirir ni que sonido emitir para que los enojos y la mala ostia no hagan acto de presencia.

En fin, como aquí veis, no es mi mejor final de año ni mi mejor final de fiestas, aún así brindo con vosotros  con champán y oxígeno a la vez, así el moco está asegurado.

Buscando en mi mar un diccionario, un abrazo que no acaba y una espalda nueva.

Feliz Navidad a todos.



martes, 1 de diciembre de 2015

Adiós Noviembre






Esta vez no has sido dulce como lo fuiste antaño. Mezclaste en demasía las gotas de acidez y de amargor al postre y, el resultado fue bastante pésimo. Se han vuelto a resentir las vísceras y las pestañas. Traducido al castellano más vulgar que el de la RAE, has quedado como el culo.


Así que sin más, saco mi pañuelo (lleno de mocos por supuesto) y agitándolo me despido de ti. Espero que te lleves los disgustos, los sinsabores, la falta de agua y las bajadas de defensas que has ido repartiendo a modo durante tus treinta días.


Me quedo con el reencuentro de amigos tras cinco largos años sin verlos, el calor de los míos cuando abro la puerta y el hallazgo de una nueva trufa rosa en el mar, cosa que me hace feliz no, lo siguiente.


Como no puedo decir hasta nunca, te diré que hasta dentro de un año y, pediré a Sus Majestades, los de Oriente claro, que el próximo año te esfuerces un poquito y vuelvas a ser el Noviembre que una vez conocí.


Con un té en la mano, un pincel en el pie y una sonrisa (eso siempre).

sábado, 14 de noviembre de 2015

Chocolate con "Emule"







Mañana me pongo los zuecos de pvc bien temprano, por aquello de ser domingo, el día del señor y, en vez de comulgar con el dicho y hacer “sillón-ball”, me voy a currar con ellos. Eso sí, aderezo la entrada al festivo en cuestión, con unas porritas de medio metro de aproximación cada una, un chocolatito bien caliente y todas las burradas que se nos ocurren alrededor de la mesa, porra en mano of course!.


  Buena entrada para comenzar a saborear el estreno del “Emule” (en versión sanitaria “selene”) y empezar a ver las películas de manera diferente. A ver cuántas veces aporreamos las teclas y cuántas otras cogemos la pistola láser y escaneamos desde los códigos de barras hasta la compra del Super.  Se plantea una mañana entretenida y, no voy a mentir, preferiría decir “divertida” pero, me da en la nariz que no va a haber tanta diversión como una quisiera.


Pena penita pena, que a una no le toca una buena primitiva y los zuecos que me calce sean unos Stuart Weitzman con platino incluido, y el chocolate con “emule” lo disfrute en compañía de una buena porra en el caribe y mirando al infinito.



Entre informática y churros anda el juego…

jueves, 5 de noviembre de 2015

Emponzoñamiento fallido





Noviembre ha revuelto las aguas del mar. El veneno fue inoculado con premeditación y alevosía y, una que es confiada, mordió la manzana a sabiendas en vez de lanzarla de vuelta. Decidí tragarme el sapo haciéndome una vez más la ingenua ante el intento de asesinato. He pasado del calor al frío y de la tranquilidad a la náusea en décimas de segundo y sin anestesia. Ni la chimenea más tórrida, ni el antiemético más potente son capaces de apaciguar la cellisca que se revela por dentro. Y es inútil intentar buscar si el pH del agua es diferente o, si ya no conserva el mismo punto de sal o azúcar. Da igual la maniobra, he probado con todas, hasta la de Heimlich, arriesgándome a visionar hasta la primera papilla ingerida. Ninguna surte el efecto deseado.


He salido para ver el vendaval que se avecina, nada raro, ningún pez nada hoy contracorriente lo cual, me hace pensar que todo sigue más o menos. Avanzo para seguir oteando y llegar al Punto Nemo. El trayecto que habitualmente recorro en minutos, hoy me cuesta a modo. No veo el momento de llegar, no quiero imaginar cómo será la vuelta… Obvio es que ya han accionado el botón rojo, ese que no se debería tocar según reza en el prospecto de ACME. Ahora tocaría la lucha contra la revolución instaurada gracias a la broma pesada y a las ganas de llevarse los aplausos por cojones. No tengo ganas, ni tiempo ni motivos para hacer hoy de correcaminos en el agua y desactivar lo hecho. Sé que esto que siento, no afectará ni a mis aguas ni a mi destino, soy un pez y gracias a ello, todo me resbala.


Buscando con urgencia un DESA que revierta esta fibrilación ventricular que anuncia la asistolia. Visionando a lo lejos el Punto Nemo.

Ya queda poco….

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Noviembre sin azúcar







Llegó Noviembre, esta vez a modo dietético y sin edulcorar. Perdió el dulzor con su entrada, brusca y sin avisar. Ni siquiera tiene un ligero sabor a mar. Es mucho más “light” que cualquier comida de esas tan divinas y perfectas para adelgazar. Así estoy, así voy, perdiendo peso a cada paso (falta me hacía) pero, una prefiere adelgazar con otros modos o métodos que, con el disgusto del sinsabor al masticar.

Es como comerse un filete lleno de vetas “inmasticables” (palabro que ruego a la RAE incluya), acaban haciéndose una bola imposible de tragar. Así me siento hoy y, además, sin saber qué hacer. Me lamento pero no actúo, pero es que tampoco sé cómo hacerlo. A veces, sale de mí esa parte impulsiva, se me pasa por la imaginación tirar por la calle de en medio y olvidar los destrozos que con ello pueda causar en mí y en los demás. Pero, sea porque estoy cansada de ser tan necia, sea porque ya la edad me va diciendo que hay cosas que no vuelven, sea porque he encontrado algo maravilloso, me parece inviable negar lo que quiero, tirarlo por la borda y volver a dar la vuelta al mundo, un mundo cada día más pequeño.

Voy a por el azúcar, no sé vivir en el mundo de lo amargo, del “sin-sabor” y del “sin-humor”. Ya vendrán Noviembres más dulces.



sábado, 31 de octubre de 2015

Al sur de ninguna parte




Andaba ya algo hastiada
de tanto dar puntadas
en el bastidor.

La cabeza cavilaba
cuando la aguja hilvanaba,
fatal error.

A tiempo sonó la llamada
para salir a cenar a las gradas.
Adiós al sopor.

Había dejado olvidada
la danza en la madrugada,
la ilusión.

En esta noche de hadas
las risas nos acompasaban
Bendita emoción.


Volvería con los ojos cerrados a esta noche una y otra vez. A todas las noches que pasamos juntas, a todas las que nos quedan por disfrutar con bailes incluidos. Gracias una y mil…

jueves, 29 de octubre de 2015

El cuenco tibetano









No me gustan las promesas y a pesar de ello, hubo una vez que me prometí a mí misma no volver a hacer sonar los cuencos tibetanos, ni como motivo para relajarme, ni como llamada de atención, ni como intento de curación de almas ajenas.

Por algo no me gustan las promesas, ni siquiera yo fui capaz de hacer cumplir la mía propia, y, sin demora ni dilación, requisé el dichoso cuenco y lo hice sonar con tanta fuerza, que tiré  por los suelos el principio de resonancia y el efecto no deseado fue el que acabó flotando en el ambiente. La próxima vez, habrá que esperar, (cosa que no tardará mucho), y cuando la pata se haya metido hasta dentro, añadirle musicoterapia al punto y final.

He guardado el cuenco en el lugar más inhóspito de ésta anémona, tengo prohibido volverlo a utilizar salvo para uso propio. Tan sólo ha de dejarse tocar, cuando la decepción haya vencido, esa es la norma que tiene el tentáculo que lo guarda. Le queda claro y conciso el único motivo por el que debe dejarme acceder a él.  Mientras lo escondía, algo por dentro me decía, que no queda ya mucho tiempo para escuchar sonidos armónicos. Así es la vida, así es el ser humano de idiota y aniquilador.


Alegrándome de ser un híbrido, más que nunca si cabe…

lunes, 26 de octubre de 2015

¿A mí? .......a tú










Anoche me vino a la cabeza ese momento, en que vas caminando y pasas al lado de una zapatería y, de repente, giras la cabeza como si desde el escaparate alguien te estuviese llamando, y lo ves allí. Ves unos zapatos que te encantan, por su forma, su brillo, su estilo…..pareciera que lo hubiesen hecho para ti.  Sin muchos titubeos ante un flechazo así, te los quedas.
Cada día que te los pones, te sientes especial, porque en sí los zapatos lo son y, a tu lado más aún si cabe. Un buen día, los miras detenidamente, te das cuenta que has pasado mucho tiempo con ellos, caminando juntos y sintiéndote especial. Observas que ya no tienen el mismo brillo que tenían en aquel escaparate, ya no te impresionan de la misma forma pero,  siguen siendo cómodos y permanece en ti ese cariño por ellos.  A partir de aquí, el cuento puede seguir de dos formas; O los cambias por otros que te vuelvan a hacer cosquillas durante el primer momento, o te quedas con la elección que tomaste porque desde el primer momento pensaste que era  la correcta.


¿Alguien no se ha sentido alguna vez el personaje?, yo en mi caso, me siento más “zapato” y no por lo inerte que conlleva.  Siento que me amoldo más a un pie con el que camino día a día, que a pesar de las cremas y los frotes, nunca vuelves a estar como aquel primer día. A pesar de eso, el amor que lo mueve todo al igual que lo para, yo decido el movimiento mientras tenga poder de decisión. Pongo tartas sin velas y con fechas aleatorias sin sentido y, hago regalos de cumpleaños sin ser el día preciso. Me sigo amoldando a un “pie” como anillo al dedo y caminando mientras me dejen sus ancas, a su lado.


Feliz  Feliz  no cumpleaños……..¿a mí?.....a tú…




miércoles, 23 de septiembre de 2015

Dear Mr. Chairman..







Dear Mr. Chairman;
 

                 Recibí toda la artillería pesada que le encargué y la puse a buen recaudo. Le envío la siguiente misiva para informarle que he comenzado usando algunas cosillas para ir cogiendo entidad.  He comenzado por la alquimia arupiscinosa y funciona a las mil maravillas.  He podido escuchar desde mi sitio, las carcajadas continuas de los invitados al baile, señal de que la cosa va encarrilándose. 

              Le doy las gracias infinitas por la visión poderosa, las zanahorias de hierro y la pastilla cazatramposos. Me reservo para el postre las pelotitas de TNT  con sabor a menta.

          Me hago  ‘fan number one ‘ de su catálogo por correo, jamás algo me había llegado tan pronto y me había dado tantas satisfacciones. No dude que seguiré pidiendo, esto una vez comenzado, se acaba convirtiendo en un vicio placentero. Le pido incluya si puede, uno de esos cartelitos de ‘That’s  all Folks’ por si preciso utilizarlo.

           Atentamente

                                                                                                 Red Cherish

                                                                                     


viernes, 11 de septiembre de 2015

Begin the restart






..."Siente los violines, el vuelo de palomas entre giros,
 sólo la música y la danza, sin palabras, y el silencio de las gotas
que acarician los jardines. 
(Y tu respirar que sabe a aliento de jazmín y suena a mar
languideciendo en lejanía).
Déjame apretar tu talle y que el tiempo transcurra entre las vueltas,
déjame besar tus párpados  vestidos de dulce terciopelo. 

Ven,  bailemos la ensoñación de los cisnes, el surgir de primavera,
la tersura de tus besos en la roja corola de tu boca..."

                                                                                  Rubén Maldonado



Al fondo se divisa una pequeña división, se empieza a abrir el telón.
La vida me invita a bailar y no le voy a hacer ningún desprecio.
Calentando las zapatillas de ballet, las de caminata y las aletas.
Bastarán unos pocos ensayos para mostrarles la nueva función de
esta pretendiente a anacoreta.
Uno, dos… uno, dos…..

Siempre mejor dos…

jueves, 10 de septiembre de 2015

Cuando tú vas....




Cuando tu vas, yo vengo de allí 
cuando yo voy, tu todavía estás aquí 
crees que me puedes confundir 
y de qué vas, mirándome atrás 
¡Ay qué descaro!, ahora me gustas más 
Y es que no me fio porque sé que tu me engañarás... 

                                         Chenoa






No sé si estaría bien decir que la calma reina en mi estancia. Quizá  esta cabeza casquivana, me hace creer que es así, pero por dentro, aquí dentro, algo se mueve y se revuelve, desarma mis descansos y mis sueños transformándolos en un vaivén de estrés y pesadillas. Algo aquí dentro sabe, que algo sigue sin estar en su sitio y, algo en mi testaruda testa, acaba cediendo a la cordura y admitiendo que las vísceras, esta vez, sí tienen razón.

Como el correcaminos de la Warner, en silencio y de puntillas, ha visto como el coyote enciende una y otra vez la mecha que, irremediablemente acaba detonando la bomba marca ACME entre mensajitos  que van y vienen, intentando entre uno y otro meter la gamba, pelada por supuesto si se dejan y, haciendo volar todo por los aires, con pelos chamuscados incluidos. No importa, la risa de los telespectadores estará asegurada.

Ya le pediré al Sr. Chairman (dueño y señor de ACME), que me proporcione una de esas pastillas para fabricar tornados y una goma de borrar gigante, atrapabichos por supuesto. Estoy dispuesta a utilizar por una vez la artillería pesada, para provocar no sólo las carcajadas por doquier, sino también la calma esa que queda al final del desastre. Lo bueno de todo este desbarajuste, es que, el correcaminos acaba tranquilo y feliz sonriendo a cámara y despidiéndose con una copa de champán mientras se relaja en una hamaca en algún paraíso costero. Una garantía sin precedentes.

Leyendo las instrucciones para no fallar, el coyote ya ha accionado el botón de la puesta en marcha, no hay vuelta atrás...







viernes, 7 de agosto de 2015

Entre pisco-sour y pensamiento




Pegué mi boca al hervidero,
y me quemaba el agua santa,
y tres días sangró mi boca
de aquel sorbo del Aconcagua...

Bebía yo lo que bebía,
que era su cara con mi cara..


Recuerdos gestos de criaturas
y son gestos de darme el agua.
                                                                                                          Gabriela Mistral








Con mi vaso de pisco en la mano y, con el poco tiempo que dispongo, imagino los ojos de cada uno leyendo, leyéndome.  No sé cuan muchas o pocas serán las ganas de aporrear las teclas y enviarme una señal, (imagino que entre muchas y pocas el resultado es..ninguna).  La callada por respuesta, es la tónica habitual.  Total……ya no sé si escribo para ser leída o para leerme y contestarme a mí misma, cosa que a veces, no estaría nada mal.  Sólo sé, aparte de casi nada, un poco más de mí si cabe que del resto. Sólo declaro que este pez de aguas bravas, salvo que convive entre la lucha y la resiliencia, no tiene mucho más que declarar.

Que los sueños que me mecen, a veces mezquinos, a veces poéticos, seguirán siendo compartidos con ustedes que me leen en el silencio. Que a la vuelta del descanso, a parte de buscar una nueva trufa rosa en el mar, intentaré empezar a escribir pero esta vez en serio, en ese sitio en el que por muchas respuestas, críticas o aplausos que quieran darme, es imposible hacerlo, (el papel es así de jodido y de perfecto).

Tomando pisco sour, corriendo con zuecos, durmiendo en duermevela.


Desviviendo-me.

jueves, 6 de agosto de 2015

Declaración de intenciones




Trato de sobrevivir, a esta vida que tengo y que es la mía, con toda la ironía que me permite el sentido del humor.

Ahora que camino de puntillas por miedo a equivocarme, por miedo a equivocar, deseo no irrumpir en tus sueños; no al menos como protagonista de tu última pesadilla. Prometí estar tranquila pero no sé como voy a conseguirlo. Después de desplegar en mi cabeza el mapa de todos los sueños, decidí volver a plegarlo.  No acabo de calibrar la brújula que hoy se burla de mi rumbo sin sentido, ni el anillo que nunca existió en mis dedos. Intento tan sólo encontrar ese hueco acogedor donde asentarme y descansar tranquila y en paz.

Reconozco  la ecuación presentada, error!, debo asentar la base de mis pies o me equivocaré sí o sí. Debo volver a ser yo, a mi confianza y mi sensatez. No puedo ser quien no soy y, quizá, ese es el miedo que anida en mis sueños.

Si supieras leer entre líneas aún sabrías mucho más de lo que ya sabes: que  la  humedad que anida en mis huesos anhela tu calor interno,  que no puedo esconder ante los ojos del mundo que estás en mi corazón.


Que te quiero rana.... que te quiero.

martes, 14 de julio de 2015

Despedida a James Bond




James Bond se desdibuja
tirita
su burbuja
al desconfiar latidos.
James Bond se decolora
porque esta lavadora
no distingue tejidos..
Si te reencarnas en carne,
vuelve a reencarnarte en ti,
que andamos justos de genios


                             remake de Mecano









Le conocí una noche fría y lluviosa del mes de Noviembre. Me sorprendió, ( si no lo hubiese hecho, no sería él), con un disfraz de mendigo callejero con barba de una semana, sin algunas piezas dentales al sonreír y una desgreñada melena. En sus manos, un mechero de la talla XXXL amarillo fosforito que mostraba orgulloso. -¿Qué te parece?- me dijo, -Un brillante churro- contesté. Las carcajadas acudieron a su boca como si no hubiese un mañana, y, de esa forma, comenzó nuestra breve amistad.

Cuando ya le conocí más a fondo, descubrí  un espécimen que albergaba un sinfín de locuras en su haber, como cualquier genio, era único en su especie. Se enamoró de mi hijo a la par que lo hizo de mi perro, y nos rebautizó a los tres con peculiares nombres que producían en mí una risa irracional.  Así pasamos a ser “El disertante”, “Perruflas” y “Moni Peni”, no podía ser menos cuando, para agregarse al grupo como uno más, se autodenominó “Bond, James Bond”,  cosa que le hacía troncharse de risa hasta acabar sin fuerzas.

Gran maestro de la Psiquiatría, tan inconstante como caprichoso,  extravagante, irracional, megalómano, manirroto y burlón hasta consigo mismo. Reunía casi todos los requisitos para ganarse el epíteto de “Eminencia Intelectual”. El último día que le vi, hace ya tiempo ( más de un año), había construido un enorme pasillo de libros en el salón, muchos de los cuales, no había tenido ni tiempo de leer. Cuando me dijo que se los regalaba a una hija para que los vendiera, casi me da un síncope. Debió adivinarlo por la lividez de mi careto y, me regaló un libro escrito por él.  Seguí sabiendo de él, hasta que me enteré de su final.

Querido Bond, James Bond, Rey consorte de Georgia;  Espero hayas conseguido encajar en el nuevo mundo al que accedes. Perruflas estará encantado de acompañarte entre  tus delirios y los jamones cinco jotas y, tendrás a Freud cerca para que podáis compartir vuestros análisis a Morfeo entre cachondeos y tontunas.  Sabes que no te has ido como debieras pero, tú eras así y hay que acoquinar con ello. Sé que nos estás viendo y te estás descojonando de nuestra pena, así que te mando besos “Monipeniados”  desde la tierra.


D.E.P.

martes, 7 de julio de 2015

Lienzo con dedicatoria





Este lienzo a medio empezar
entre los pinceles y la pluma,  
se lo dedico con todo mi cariño
al Hombre Medular.

Que los dioses que nos sostienen en esta infatigable vida, no borren jamás una sonrisa en ti (sin tilde).


                                                     Ana I.






La imagen que visualizaba mi retina, me transportaba a aquel cuadro de Renoir. La visión, impresionista-impresionante a la par de realista. Todo el realce allí mostrado, dilataba la pupila y encogía el alma. La gente hablaba de sus vidas, sus tareas cotidianas salpicando el lienzo con bromas intercaladas, muchas de ellas con una dote de ingenio fuera de lo común. 

Con mi camiseta de los lunes y pincel en mano, iba grabando uno a uno los claro-oscuros de la situación .  Abría como podía mis desequilibrados oídos. Hacía cuatro años que no escuchaba la voz de El Hombre Medular.  Su voz, bailaba alrededor de un “Mi  en clave de Fa”.  Su sonrisa al mirarme, delataba sonrisas y risas de años ha derramadas a borbotones y carcajadas.  Sus ideas, para algunos comensales, delirantes, para la que pintaba el cuadro ideales racionales.

Las sombras costaba retenerlas. Entre los allí presentes, pululaban auras con luz propia, mezcolanzas entre el tierra siena tostada y el tierra sombra y,  figuras que se desfiguraban al plasmarlas en el lienzo, como los helados se acaban derritiendo al sol.

Sensaciones no encontradas por más que una rebusca en su fondo.  Desequilibrio repentino de los contrapuestos, una acaba por no saber dónde se sitúan  el bien o el mal,  lo correcto o lo incorrecto,  lo justo o lo injusto.  Pérdida parcial de los sentidos a la hora de sentarme a dibujar este cuadro tan obtuso.

Conclusión de este gran absurdo, Renoir lo tuvo más fácil.



miércoles, 24 de junio de 2015

No me da tiempo!...




"Ya se me hizo tarde
¡Me voy, me voy, me voy!
¿Lo ves? ¿Lo ves?
¡Ya son más de las tres!
¡Me voy, me voy! ¿Qué tal? ¡Adiós!
¡Me voy, me voy, me voy!..."

                              
                                        Alice in Wonderland







Esta sensación de sentirme como Alicia en el dichoso wonderland me está matando. Voy corriendo de acá para allá como una loca para conseguir por el trabajo realizado, un resultado de ‘apenas se nota’ y de ‘no me da tiempo’. Todo eso se mastica, sin el aderezo de pastel que disminuya ni bebida que crezca y, sin el atrezzo del conejo blanco ni el suelo de ajedrez.

Eso sí, el reloj  que no falte, que a falta de conejo, ya lo llevo yo clavado en la retina. Se ríe de mí como quiere el muy cabrito, lo sé. Acelera los minutos sin piedad y cada vez que lo miro, ha pasado por mi vista un mundo sin haber hecho apenas…..nada.

Necesitaría un ejército ficticio del hogar. De esos que llegan, cierras y abres los ojos y te encuentras la casa megaordenada, la ropa en su lugar, la decoración terminada, la costura hecha más que de sobra y ante el espejo apareces peinada y relajada cuando te ves reflejada en él. Entonces miras al reloj y piensas en voz baja…Me sobra tiempo para todo…”odete” con j.


Tomando té sin pastas y con muchas prisas.

miércoles, 17 de junio de 2015

Mocos lacrimosos






 El aterrizaje de vuelta fue intempestivo y agotador. Las defensas venían dando tumbos  a la altura de los tobillos tras seis horas de viaje. El bicho-bola, para no perder la costumbre, me encontró, me infectó a su antojo y,  la estrategia de matarlo  a cañonazos, ciencia en mano, acabó quebrándome hasta las uñas de los pies. El equipaje (el muy capullo) se había reproducido como si fuesen conejos en vez de bultos, volvíamos asombrosamente con el doble de trastos, que traducido corresponde a doble de peso, doble de trabajo y doble vuelta de testa para colocarlo.

Tras el aguante psicológico de lo antepuesto, sobrevino el ataque físico de resistencia; Limpieza general a destajo y sin anestesia. Resultado final del desembarque en la ciudad…me encuentro quince mil quinientas veintidós veces más cansada que cuando me fui.

Y, como no hay dos sin tres, y la ley de Murphy ataca sin piedad, esta noche ha venido el gracioso de Morpheo a darme un par de buenas razones, (hostias en mi pueblo),  haciendo mi despertar de lo más angustioso y llantino. Y, como no hay tres sin cuatro, cuando una cuenta porqué los mocos asoman cuando se llora tanto, no se escucha ni un triste “te quiero” en mis oídos. Relegada a un extremo de la cama, y con los mocos colgando, me quedo como una gilipollas pensando si esto es amor…cariño…amistad..o dónde acabo enmarcando el cuadro tan maltrecho allí pintado.

Resultado de la ecuación de cuarto grado sin la ayuda de mi amigo Descartes;

-Las ganas de ; hacer, decir, inventar , (o cualquier verbo que se pueda añadir aquí includido el verbo follar)  no sé dónde andan, pero desde luego nada cerca.
-La sensación de medio pena-medio falta que tengo, deja entrever un semblante agridulce y una pesadumbre en el alma.
-La necesidad de descanso se eleva a la  n factorial. La de  amor  al infinito.
-El tratamiento más “a mano” requerido…..Ibuprofeno para el alma.

En el sofá con un cóctel explosivo de lágrimas naranjas y mocos desangelados.



lunes, 1 de junio de 2015

Chorradas bacterianas






El bicho bola que tengo entre las manos, 
se encoge igual en invierno que en verano, 
le gusta estar abrazado a mis abrazos, 
le gusta estar en mi ombligo acurrucado, 















Asoma  por el horizonte un simpático bichito, que amenaza con invadirme y someterme a sus gracias intempestivas de ahora-fiebre, ahora-mocos y poder con J, el descanso tan preparado que tenía a la vista.


Poniendo velitas ando, a ver si pasa de largo y no me ve. A veces incluso, me arrastro, por si estuviese el muy retorcido, oteando por los aires en busca de una boca abierta o una narina apetecible.


Estoy pensando en fumigar la estancia a ver si así fenece el muy cabrito. A ver de dónde rayos ha salido, con estos calores acechando, este bichito inmundo que por aquí anda pululando, lo noto aunque no lo veo.



Te mataré como sea, aunque tenga que emplear garrotazos de amoxicilina al punto. Para descansar, lo que haga falta!. 

viernes, 29 de mayo de 2015

Con olor a sal


Todo pasa y todo queda
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos
caminos sobre la mar...

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

                                           A. Machado







Con olor a sal camina mi cuerpo desnudo por la casa mientras, los dedos de los pies cuentan los días que quedan para remojarme de lleno y pleno en el mediterráneo de mi alma. 

Con olor a nuevo anda mi testa a sabiendas que, a la vuelta de los baños de leche y agua, y del refugio de los brazos que me mecen, me estará esperando una renovada estancia con ese olor a temple que cala como el olor a ropa limpia.

Con un ensanche cada vez más pronunciado entre el complejo QRS  y el  ST , late y se debate mi corazón a la espera de achuchones peludos y sonrisas desempolvadas.

Con olor a primavera, a tiempos de cambios en un horizonte no muy lejano, con sabor en la boca de buenas-nuevas y  bienmesabes.  Con ese entresijo que revolotea en el estómago y hace que las ganas de hacer bien las cosas vuelvan a su cauce, las ganas de ver a mi viejo Madrid volviendo a sus aguas.



Con la vida por montera.