A las puertas del nuevo año, se abre de nuevo el cuaderno que
hace un mes y unos días cerraba por descanso. Tras una baja sin reposo ni
descanso y unos días seguidos de sus noches tan arduos como infernales, he conseguido
encontrar por fin algo de paz a mis aposentos, aunque eso sí, sólo a medias.
Porque un sí de forma tajante no acabará siendo nunca condescendiente con una
servidora. Para curarme en salud y no caer en tentaciones no codiciadas,
prefiero un sí pero no. Que al final el tiempo, acaba haciendo, que las buenas
maneras y las triquiñuelas se adquieran y no se dejen ir.
Me deleito entre el frío que azota mis aguas,
las felicitaciones de las fechas pasadas y venideras y los besos que a veces se
quedan a medio dar o que se dan hasta detectar la fibrilación alveolar
intermitente que anuncia la falta de aire cuando se está tanto tiempo bajo el
agua. Cubro mi desnudo cuerpo con una cálida manta y espero al otro lado de la puerta para ver si alguien decide intentar abrirla de par en par.
De un modo otro, se abre de nuevo este cuaderno
tan mío como vuestro. Se abre a medias los periplos y las fantasías de la que
aquí suscribe.
Espero sea éste, un año un poco mejor para
tod@s.
Espero sigan disfrutando entre mi mar y mis
botas.
Les espero con la puerta medio abierta, tan
sólo es necesario empujar para entrar y sentirse bienvenid@s.
Besos y Buenos deseos desde mi anémona.